El desarrollo de la fuerza no sólo es un aspecto clave en la mayoría de las actividades deportivas, sino que la capacidad de los atletas para generar energía es un fuerte indicador del rendimiento deportivo. Por ello, los entrenadores de fuerza y los científicos deportivos buscan constantemente nuevos métodos y técnicas de entrenamiento que permitan a los atletas manifestar su máxima potencia. Uno de esos métodos que se ha hecho popular recientemente es el Entrenamiento de Resistencia Variable (VRT)1.
El VRT es un término amplio que se utiliza para describir las técnicas de carga que proporcionan cargas cambiantes a lo largo de un movimiento y tradicionalmente implica una carga creciente durante la fase concéntrica y una carga decreciente durante la fase excéntrica. El concepto de VRT no es para nada nuevo. Hay algunas evidencias que muestran intentos de producir una resistencia progresiva con la ayuda de sistemas de poleas y contrapesos ya en la década de 1940. Sin embargo, durante las últimas décadas, la VRT ha ganado mucha popularidad entre los entrenadores y atletas de ciencia y tecnología debido a que la resistencia variable también se puede producir mediante el uso de bandas elásticas o cadenas1-3.
Pero antes de profundizar en este tema, es importante revisar algunos conceptos básicos sobre la cinética y la cinemática aplicadas a los ejercicios básicos de fuerza.